Islandia es una de los destinos más visitados para ir de vacaciones exóticas por Europa, y cuenta con un montón de lugares (típicos y no típicos) que conocer. Si estás planeando viajar a este país, en esta guía encontrarás información de utilidad para que no se te escape nada 🙂
En un viaje a Islandia, un itinerario muy frecuente es el de dedicar un día a visitar las calles de la capital, mientras que el resto pueden ser excursiones puntuales, más relacionadas con los paisajes naturales, así como los famosísimos baños termales de la Laguna Azul y otras visitas a geysers o glaciares.
Aunque existen muchos packs con todo el viaje incluido, a nosotros personalmente nos gusta elegir el itinerario que más se ajuste a nuestro ánimo cada día, y somos muy flexibles en el orden en el que acabamos haciendo las visitas. Así, en nuestro caso no elegimos un itinerario cerrado para el viaje, sino que nosotros mismos fuimos reservando las actividades que queríamos hacer. Lo único que no cogimos por separado fue una oferta de vuelo más hotel de viajes Carrefour que nos salió muy bien de precio.
Aquí os dejamos 5 cosas que solo podrás hacer en Islandia.
Si paseas por el día, aprovecha para tomar café y desayunar en alguna de las múltiples cafeterías locales, siempre muy acogedoras y con buena calidad en sus productos. Todas ellas suelen animarse a preparar desayunos artesanales, y siempre encontrarás una buena recomendación de qué pedir por parte de sus trabajadores. Nosotros probamos la repostería artesanal del café Loki y no nos defraudó.
Para aprovechar la luz del sol, te recomendamos que comiences los días con alguna de las múltiples excursiones o visitas guiadas para contemplar las maravillas de la naturaleza que Islandia nos brinda. Acantilados, cascadas naturales donde podrás ver el arcoiris, paisajes de película (no en vano, aquí se rodaron pasajes de algunas grandes producciones como Interestellar por ejemplo) y zonas verdes tan grandes que parecen de otro planeta.
No olvides darte un baño en alguna de las termas naturales, una experiencia única la de estar dentro del agua a 38 grados en un paraje tan frío como el islandés. 100% recomendado.
Si te gusta la aventura y lo miras con antelación, puedes ir a ver las auroras boreales siempre y cuando acompañen las fechas, tu itinerario, y tengáis tiempo para salir de la capital para hacerlo. Es una experiencia única en la vida, y por supuesto que te recomendamos hacerlo. Si no, también puedes hacer otras excursiones como visitar las cuevas sulfurosas en Krýsuvík o hacer un poco de espeleología en cuevas de lava.
El ambiente por la noche también es muy interesante en las calles de Reykjavik. Podrás empezar tu plan tomando algo de comer en bares coquetos e icónicos como el bar del Gran Lebowsky (el de la foto) mientras bebes unas cervezas, para luego visitar alguno de los pubs o cervecerías que tienes por todas partes en el centro. El ambiente es genial, y la mezcla entre cervecería/pub y restaurante convierte la experiencia en algo único, pues te encuentras tan agusto en los sitios que es frecuente que no quieras cambiar de establecimiento en toda la noche.
Más allá de sus paisajes de postal, Islandia tiene una arraigada historia que hace que su cultura, muy particular e interesante, se manifieste en diversas actividades de las que puedes ser parte en diferentes momentos del año. Desde el Þorrablót (una fiesta gastronómica que se celebra en el mes de Enero y en donde destacan los típicos Þorri) hasta el festival de arte, pasando por la fiesta del orgullo LGBTQ+ que se celebra en Reykjavik, sea cual sea la estación del año en que viajes tendrás la oportunidad de sumergirte en la cultura islandesa.
¿Cuándo es la mejor época para viajar a Islandia?
En un destino con un clima tan diferente al nuestro como este, la estación del año puede condicionar bastante la impresión de tu viaje. Si viajamos a Islandia, está claro que vamos a salir un poco del calor de la península, pero cuando las temperaturas son extremas, hay ciertas actividades que pueden perder su gracia. El invierno en Islandia es extremo, especialmente los meses de Diciembre y Enero. A partir de Marzo, las temperaturas son algo más suaves, y el verano es una época en la que la mayor parte de los turistas hacen acto de presencia por sus tierras.
El verano es una época ideal para viajar si quieres disfrutar de los interminables días (apenas anochece durante 5 horas), una temperatura un poco más agradable y unos paisajes con algo más de color (a diferencia del manto de nieve que lo cubre todo en invierno). También es temporada alta, más colas, y más gente haciendo fotos en el maravilloso mirador de turno en que quieres inmortalizar.
Por el contrario, viajar a Islandia en invierno (y con invierno nos referimos a Octubre o Noviembre) también tiene sus ventajas. Es la mejor época si quieres ver auroras boreales y hacer otras excursiones de naturaleza. Además, está cero masificado, y las puestas de sol y amaneceres son increíbles si te gusta la fotografía.
