Por fin vas a visitar el Barrio Rojo. ¿No podías resistir la tentación, verdad?

Ya que estás aquí, déjame enseñarte y contártelo todo sobre uno de los barrios más permisivos del mundo, llamado así por los farolillos rojos que se colocaban en la entrada de sus antiguos locales.

El origen del barrio se remonta al siglo XIII, una época de gran apogeo del comercio en Holanda,  Amsterdam y especialmente por lo que ahora es el barrio rojo. Pasaban miles de marineros, pescadores e incluso piratas, por lo que se hacía necesario tener las suficientes señoritas de alterne para darles amor a todos estos caballeros. El negocio estaba asegurado, pero ya llegaremos a ese punto más adelante.

Primero, entremos en uno de los numerosísimos coffee shops de la zona. Podría asegurar que estos cafés son uno de los principales reclamos turísticos del país. Empezaron como lugares de reunión en la época hippie, donde solían consumir marihuana y cannabis hasta que su popularidad los convirtió en un negocio como otro cualquiera. Aunque no seas consumidor de este tipo de sustancias, te animo a que igualmente en tres y le eches un vistazo. Eso sí, No te pases como si estuvieras en un museo.

Dentro podrás elegir la droga blanda que prefieres una selección a la carta, cannabis de Marruecos, marihuana del Nepal y muchas variedades más. Lo que está totalmente prohibido es servir bebidas alcohólicas en el interior del café. Pero no te preocupes, ya que preparan unos zumos de fruta buenísimos, debe saber que fumar este tipo de drogas fuera de estos establecimientos está prohibido.

Recuerda que en Amsterdam el consumo no está legalizado, solo tolerado (Aunque parezca mentira). El Gobierno holandés marca unos límites. A los coffee shops, por ejemplo, no les dejan vender más de cinco gramos de sustancia por cliente. También pueden sancionarles con fuertes multas en caso de tener más de quinientos gramos en existencias.

Ah, se me olvidaba, también tienen marihuana afrodisíaca, así que Vigila cuando salgas y mires en dirección a los escaparates de la zona.

Colas el locales del barrio rojo de amsterdamYa que hemos sacado el tema, debes saber que en el siglo diecisiete las prostitutas ya utilizaban las primeras vitrinas para ofrecerse a los numerosos clientes que llegaban al barrio. Aunque no fue hasta mil novecientos once que el ejercicio de la prostitución se declaró como una actividad totalmente legal, momento en el cual los escaparates empezaron a extenderse por la zona. Te aconsejo que vigiles mucho a la hora de fotografiarlos y que puedes tener algún problemilla.

No te dejes intimidar por la presencia de las prostitutas y sus provocativos reclamos publicitarios. Tu ejemplo de algún holandés que pasea tranquilamente con sus hijos sin apenas inmutarse Es increíble la tranquilidad y seriedad con la que la sociedad holandesa acepta y convive con el barrio rojo, algo absolutamente impensable en otros países del mundo. Puede que te sorprende haber algún escaparate rodeado de gente.

En estos casos suele tratarse de algún grupo de turistas agolpados los unos con los otros, tratando de seducir a alguna exuberante prostituta apostada en un escaparate Aunque. No te lo creas. Si te acercas, verás como la prostituta se permite el lujo de elegir y desechar a sus clientes. Si te encuentras con un espectáculo así, espera un rato, porque lo mejor llega cuando el elegido sale de nuevo a la calle y es vitoreado por todo el grupo.

No te preocupes si escuchas el susurro de una voz a un palmo de distancia que te dice Ay marihuana, speed, hash… Se trata de un vendedor ambulante. De veras, son totalmente inofensivos. Si quieres comprobarlo, gírate míralos y observa cómo disimula una persona que hace diez segundos te estaba ofreciendo drogas. Ahora se comporta como si no fuera con él.  Y es que en el barrio rojo este tipo de encuentros son frecuentes, pero no debes temer nada. Recuerda que estamos en Amsterdam :).

Paseamos por Warmoestraat, la calle principal del barrio.

Fíjate en las casas de esta zona La gente suele tener una imagen preconcebida al asociar el barrio rojo a sus coffeeshops y a sus escaparates. Pero casi nunca lo asocian a la belleza de sus calles y al color de sus fachadas. Estamos a punto de llegar a la o que quer la iglesia más vieja de la ciudad. Su situación es muy curiosa que se encuentra bordeando el barrio rojo y rodeada por sus escaparates. Aquí acaba nuestro recorrido.

Estoy seguro de que este barrio va a ocupar un sitio especial en tu memoria y será una experiencia digna de recordar. Antes de despedirme déjame recordarte que te encuentras en pleno corazón de la ciudad, por lo que estás muy cerca de una gran cantidad de destinos interesantes. Así que te veo pronto. Tú decides. Hasta luego

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