Solo hay una cosa en este mundo que los integrantes de este blog disfrutamos casi tanto como viajar: comer. Y es que no hay mejor forma de conectar con un cultura que a través de su gastronomía. Si tú también eres de los que adora probar nuevos sabores y no puedes irte de tu viaje sin haber catado cada uno de los platos típicos de un lugar, entonces estás en el lugar correcto.

Viena es una de las capitales gastronómicas de Europa más conocidas, no solo por su comida, también por su vino. Lo cierto es que, como antigua capital del extenso Imperio de los Habsburgo, la capital austriaca ha adoptado especialidades de todo el mundo y las ha hecho suyas. De ahí que muchos de sus platos te parezcan similares a los de la gastronomía típica de otros países. Pero los austriacos son muy suyos, así que ellos siempre te dirán que el origen reside en su país. Tú no les lleves la contraria por si acaso.

Top 10 comidas típicas de Austria que tienes que probar en tu viaje a Viena

Con una escena culinaria local que a menudo rivaliza con las de París o Londres, la ciudad de Viena es un lugar maravilloso para probar algunos de los platos, dulces y bebidas más característicos de Austria. ¿Listo/a para algunas recomendaciones?

Wiener Schnitzel

Uno de los platos nacionales de Austria, el Wiener Schnitzel, o escalope vienés, es sin duda su exportación más exitosa. Elaborado a partir de un filete de ternera empanado y luego frito en mantequilla o aceite, el schnitzel se sirve en restaurantes y cafeterías de toda la capital. Sencillo a la vez que delicioso, gusta mucho a turistas y locales, e incluso a los niños.

Aderezado normalmente con una rodaja de limón y perejil fresco, suele servirse con ensalada de patata (otro plato típico austríaco, señalado más abajo) y patatas al vapor o patatas fritas. Una cerveza lager austriaca fría o una copa de vino blanco local Grüner Veltliner son un excelente acompañamiento.

Dónde probarlo: Figlmüller Wollzeile es un restaurante informal con fama de ser uno de los mejores lugares de Viena para comer schnitzel, y está situado en el centro de la ciudad. Por su parte, Schnitzelwirt sirve unas 15 variedades de schnitzel, incluyendo cerdo, pollo y pavo.

Por último, para los vegetarianos que no quieran perderse este emblemático plato austriaco, el Restaurant Landia (Ahornergasse 4) es codiciado por los no carnívoros por su reputado y delicioso schnitzel vegetariano.

Sachertorte o Tarta Sacher

La Sachertorte es sin duda la reina de las tartas austriacas y todo un símbolo de la capital austriaca. Es un denso bizcocho de chocolate, hecho con finas capas de mermelada de albaricoque y cubierto con un glaseado de chocolate negro semiduro. La fama de este postre es tal que la gente hace colas durante horas en el Café Mozart para probar un trozo. Cuando des un paseo por las calles de Viena encontrarás miles de escaparate que lucen esta deliciosa tarta.

Dónde probarlo: Es la creación emblemática del Hotel Sacher, un hotel ubicado en la antigua ciudad imperial, al lado de la Ópera Estatal de Viena. Pero una pastelería rival, Demel, también ha creado su propia versión de la querida tarta, utilizando una sola capa de mermelada de albaricoque en lugar de dos.

La pastelería Demel la bautizó como la “Sachertorte de Demel”, lo que desencadenó una disputa legal y una rivalidad duradera, en la que locales y turistas disfrutan mucho participando. Otros lugares famosos por su receta particular son el Café Central o el Café Imperial. Ambas tartas son deliciosas con un café “melange” vienés (mencionado más abajo) o un té negro especiado.

¡Ah! Hace poco fue el día nacional de la Sachertorte, el 5 de diciembre, quién diría que un postre llegaría a tener su propio día conmemorativo, ¿eh?

Gulash al estilo austriaco

Esta importación húngara se ha hecho enormemente popular en Viena y en toda Austria, adaptada localmente para convertirse en su propio plato distintivo. Se trata de un abundante estofado de ternera con una salsa de sabor intenso, típicamente preparada con tomate, cebolla y pimentón.

La versión que probablemente probarás en Viena suele incluir Semmelknödel (albóndigas). Es un plato perfecto para un frío día de invierno. El gulash austriaco combina bien con una cerveza más fuerte o un vaso de vino Zweigelt, rico y especiado, uno de los tintos más populares de Austria.

Dónde probarlo: Si te interesa probar distintas variedades de gulash, prueba a cenar en el Ilona Stüberl (Braunerstraße 2) donde tendrás que reservar sí o sí, o en el Pürstner (Riemergasse 10). Incluso más cerca del centro de la ciudad, cerca del Museo Albertina, el Café Mozart también es conocido por hacer una deliciosa versión de este plato.

Apfelstrudel (Strudel de manzana)

Otra delicia austriaca apreciada en todo el mundo, el Apfelstrudel ganó popularidad en Europa del Este bajo la influencia del imperio de los Habsburgo. Se vende en panaderías, cafés y restaurantes de Viena y es un delicado contrapunto a la tarta de manzana americana, algo más pesada (y generalmente más dulce).

Se suele hacer con masa de hojaldre ligera y crujiente, estirada, rellena de manzanas, azúcar, pasas, zumo de limón, ron, canela y clavo. A menudo, el strudel se adorna con migas de avellanas, hechas con pan rallado mezclado con frutos secos, y se espolvorea por encima azúcar en polvo.

Es absolutamente delicioso acompañado de un café vienés o un té negro. También se pueden encontrar strudels rellenos de otra variedad de fruta, como plátano, o relleno de chocolate.

Dónde probarlo: Entra en cualquier panadería local para encontrarlo. Muchas, sobre todo las panaderías-cafeterías con servicio de comidas, incluso te los calientan. Si no, prueba a sentarte en uno de nuestros locales favoritos, como el Café Aida (Singerstraße 1), con sus letreros retro rosas y sus interiores de estilo años cincuenta. Hay locales repartidos por toda la ciudad. Kaffe Alt Wien (9 Bäckerstrasse), también tiene fama por sus deliciosos strudels.

Erdäpfelsalat (Ensalada de patatas a la austriaca)

A diferencia de su homóloga norteamericana, esta ensalada fresca no lleva mayonesa. En su lugar, se prepara con vinagre de vino blanco, un poco de mostaza, cebollas rojas o moradas, cebollino y una pizca de sal y pimienta. Algunas recetas también incluyen un poco de caldo de pollo o de carne, por lo que si la pides como vegetariano o vegano quizá quieras preguntar si la ensalada contiene algún producto cárnico.

Esta ensalada es totalmente omnipresente en las casas austriacas, ya que combina muy bien con casi todo: schnitzel, salchichas, espárragos frescos u otras verduras de temporada. Se disfruta mejor fría, aunque en invierno muchos restaurantes la sirven templada.

Dónde probarlo: Al igual que el schnitzel, el Erdäpfelsalat (o Kartoffelsalat en alemán) se encuentra en la mayoría de los restaurantes y se suele servir como guarnición. El ya mencionado restaurante Figlmuller (Wollzeile 5) prepara una versión especialmente deliciosa de esta ensalada, por lo que es una parada estupenda para probar tanto el Schnitzel como la ensalada de patata.

Powidltascherl (empanadillas de mermelada de ciruela)

Y volvemos al dulce, que es lo que más nos gusta. Estas deliciosas empanadillas de mermelada de ciruela son lo más austriaco que se puede encontrar. Difíciles de encontrar fuera de Austria, Alemania y Europa del Este, proceden originalmente de la vecina Bohemia (actual República Checa), pero se han convertido en un plato tipiquisimo en las pastelerías austriacas.

Estos delicados pastelitos, hechos con una peculiar masa de patata, se rellenan con una combinación de mermelada de ciruela, ron o aguardiente de ciruela. Luego se cubren con una mezcla de pan rallado, mantequilla y nueces. Un poco de canela y vainilla añaden aroma y, ¡listos!. Algunos restaurantes los sirven con salsa de chocolate o azúcar.

Dónde probarlo: Muchos de los cafés y restaurantes tradicionales de Viena sirven este típico manjar, y el Hotel Schick también es muy conocido por su propia versión. Algunas pastelerías locales también hacen sus variaciones particulares.

Tafelspitz (Ternera hervida en caldo con verduras)

Otra especialidad local para los amantes de la carne es el Tafelspitz, un plato austriaco por excelencia, hecho con tiernos filetes de ternera o buey, hervidos suavemente en caldo. Normalmente se sirve con verduras de temporada o con compota de manzana y rábano picante. Este plato se disfruta en todo el país, especialmente en otoño e invierno.

El Tafelspitz es el plato más aristocrático de Austria, pues se cuenta que era el favorito del emperador Francisco José I. Ya si lo acompañas de un buen vino austriaco blanco o tinto, te sentirás como un verdadero rey.

Dónde probarlo: Plachutta Wollzeile, un restaurante histórico cerca de la catedral de San Esteban, es muy conocido por su versión de este plato emblemático. El restaurante Ofenloch también ha recibido muy buenas críticas de los viajeros por su Tafelspitz. Muchos otros restaurantes tradicionales de la ciudad lo incluyen en sus menús habituales.

Melange (Café Vienés)

Al igual que París y Roma, Viena es la capital europea del café. El gusto por el café surgió por toda la ciudad entre los siglos XVIII y XX, y se ha convertido en un elemento fijo de la vida cultural y culinaria de la capital austriaca.

La famosa mezcla vienesa, parecida al capuchino, pero normalmente sin cacao en polvo, se prepara con mitad de leche caliente y mitad de leche espumada. En Austria, los capuchinos suelen llevar nata montada, en lugar de leche. Si buscas un Americano, pide un Verlängerter (literalmente, “más largo”); el café solo con nata es un Brauner, y un espresso o doble espresso se denomina Schwarzer.

Mientras tanto, también puedes disfrutar de especialidades locales con nombres un tanto más dramáticos: el Franziskaner (monje franciscano) es similar a una melange, pero está cubierto de nata montada en lugar de leche espumada, mientras que un Mozart conforma la bebida perfecta para acabar una comida y empezar a hacer la digestión: un espresso doble servido con un montón de nata montada y acompañado de una copita de jerez.

Dónde probarlo: Algunas de las mejores cafeterías de la capital para disfrutar del típico café y pastel vienés cerca del centro de la ciudad son el Café Pruckel, el Café Landtmann, el Café Central, el Café Hawelka y el Café Ritter.

Wiener Wurstel (salchichas vienesas)

Sencillas, pero famosas por su sabor, estas salchichas se elaboran tradicionalmente con carne de vacuno y de cerdo. Servidas con mostaza picante, se acompañan perfectamente con ensalada austriaca de patatas, rábanos, Spargel (espárragos de primavera) y otras verduras frescas.

A mucha gente le gusta la sencillez y lo baratas que son. Lo más normal es comprarlas a los vendedores ambulantes, untarlas con mostaza y engullirlas en plena calle. Tanto en verano como en invierno, son un excelente tentempié rápido y una comida sencilla (a menos que seas vegetariano o vegano, que entonces te tocará buscar un poquito más entre los puestos).

Dónde probarlo: En el centro de la ciudad, alrededor de la Ringstrasse y del antiguo casco imperial, hay numerosos vendedores callejeros populares, o Würstelstand, entre los que elegir.

Además, un lugar divertido para pasear y probar la comida callejera local (incluidas las siempre presentes Wiener Wurstel) es el Naschmarkt, un popular mercado semipermanente donde puestos de productos y restaurantes informales sirven una gran variedad de comidas típicas. En verano, una tarde en el Prater, un extenso parque con una noria, atracciones y puestos de comida tradicional, es también un lugar estupendo para conseguirlas.

Spargel (Espárragos de primavera)

Un producto local que recomendamos probar si estás de visita en primavera son los espárragos. Austria, y en particular Viena, ofrece algunos de los espárragos verdes y blancos más deliciosos del mundo, preparados de formas creativas y de lo más variadas.

A partir de finales de abril o principios de mayo, los menús de muchos restaurantes locales de Viena empiezan a destacar los especiales de temporada con Spargel. A veces se sirve simplemente con un poco de mantequilla y limón y rebozado en pan rallado; otras veces se prepara en sopas frescas o se envuelven en jamón serrano y se untan con salsa holandesa. Los espárragos blancos, más grandes y gruesos, son especialmente apreciados en primavera. Disfrútalos con una guarnición de patatas y un buen vaso de vino Grüner Veltliner.

En algunos sitios incluso sirven “Spargel” frito en pan rallado, al estilo Schnitzel. En resumen, a los amantes de los espárragos no les faltarán deliciosas formas de disfrutar de este manjar de temporada.

 

Como ves, la oferta culinaria de Viena es tan amplia que podríamos seguir contándote todo el día. Esperamos que con esta guía completa ya sepas a dónde ir y qué platos típicos de Austria probar cuando hagas tu viaje a Viena. ¡Luego nos cuentas la experiencia!

Mercedes Navarro

Mercedes Navarro

Soy Merche Navarro. Estudié Filología Hispánica en Murcia y ahora me dedico a escribir contenido para blogs de distintas temáticas. Busco la manera en la que los posts resulten atractivos y concisos. Mi pasión se basa en los viajes y la cultura, entre otras cosas.

Deja una comentario