Si has abierto este post pensando en islas paradisíacas en las que relajarte tomando el sol con una caipiriña, vuelve por donde has venido. Pero si eres de los nuestros, de los que disfruta de la belleza salvaje del mar desde acantilados que quitan el hipo, entonces te dejamos quedarte.
Conocida como la Isla Esmeralda por su intenso color verde mires a donde mires, lo cierto es que a Irlanda no le faltan islas asentadas frente a la costa. Aunque las islas irlandesas carecen de palmeras y temperaturas tropicales, tienen un tipo especial de belleza agreste. Esto las convierte en una buena opción para hacer excursiones de un día desde el continente.
A continuación te explicamos cómo explorar algunas de las mejores islas de Irlanda, tanto si buscas un paraíso sin turistas para hacer senderismo y avistar fauna salvaje, como si quieres sentarte a tomar unas pintas en un pub junto al mar.
12 islas que no te puedes perder en tu viaje a Irlanda
Islas Aran
Este pequeño archipiélago de tres islas rocosas se encuentra en la desembocadura de la bahía de Galway, frente a la costa occidental de Irlanda. Las islas Aran son más conocidas por las ruinas prehistóricas que se encuentran en ellas, incluidos los restos de antiguos fuertes como Dún Chonchúir en Inishmaan (la isla más grande de todas), o el de Dún Aonghasa en Inishmore, situado en un acantilado, a unos 100 metros de altura, datado en el año 1 500 a.C.
Los yacimientos arqueológicos que hay aquí son algunos de los más antiguos de Irlanda. En las islas de Arán viven unas 1.200 personas y la zona es una región Gaeltacht (de habla irlandesa). De hecho, se dice que en las escuelas es obligatorio hablar en gaélico, y el uso del inglés está castigado. Esto se debe a que, con la llegada de la televisión y los teléfonos móviles, cada vez más jóvenes están dejando atrás las tradiciones de estas islas.
¿Quieres visitarlas? Los ferries salen de Rossaveal, Doolin y el puerto de Galway. También puedes realizar una excursión a los acantilados de Moher que incluye el viaje hasta Inisheer, la más pequeña de las islas Aran.
Islas Skelligs
Las Skelligs son dos islas deshabitadas situadas frente a la península de Iveragh, en el suroeste del condado de Kerry. Se encuentran a unos 16 kilómetros mar adentro. En este lugar aislado hay un monasterio cristiano increíblemente bien conservado, que ahora es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Las ruinas, que datan del siglo VI, se encuentran en Great Skellig, también conocida como Skellig Michael (Sceilig Mhichíl en irlandés). Es posible visitar el monasterio reservando una excursión en barco desde Portmagee entre mayo y octubre.
La isla más pequeña, Little Skellig, está cerrada al público. Sus habitantes son un tanto inusuales. La isla está repleta de alcatraces, unas aves marinas de cabeza amarillenta y gran envergadura que se alimentan de los peces del Atlántico. De hecho, la isla alberga la segunda población más grande de estas aves en todo el mundo.
El monasterio, construido en el siglo VI y finalmente abandonado en el siglo XII, ha alcanzado fama más reciente por su aparición estelar (perdón, había que hacer el chiste), en las películas de Star Wars, “El Despertar de la Fuerza” y “El Último Jedi”.
Islas Blasket
Consideradas el punto más occidental de Europa, las islas Blasket se encuentran frente a la península de Dingle, también en el condado de Kerry. Las islas, aunque parcialmente deshabitadas, en su día albergaron una población de habla irlandesa. Los últimos 22 habitantes fueron evacuados de la isla por el gobierno irlandés en 1953 debido a las duras condiciones de vida.
¿Y por qué decimos parcialmente? La mayor de las islas, Great Blasket, en realidad sí tiene habitantes. Dos, de hecho. Billy O’Connor y Alice Hayes. Pero solo durante los meses de buen tiempo.
Seguro que recuerdas cuando en 2021 salió una oferta de trabajo que buscaba una pareja de personas que fuesen a cuidar de la isla. Billy y Alice regentan una cafetería en Great Blasket y cuidan de 3 cabañas disponibles para alquilar. Y parece ser que el trabajo ya se les estaba haciendo cuesta arriba. Al poco tiempo de salir a la luz el puesto para trabajar en esta idílica isla (sin electricidad y sin agua caliente, todo sea dicho) la isla recibió hasta 40 000 solicitudes de personas de todas partes del mundo que querían vivir en este paraíso de colinas verdes y acantilados rocosos.
Si no has tenido la suerte de ser escogido para cuidar este impresionante paisaje y sus cabañas, todavía tienes la opción de visitar Great Blasket, embarcándote en una pequeña aventura desde Dingle. La cantidad de barcos que salen hacia el archipiélago varía según las condiciones meteorológicas. Pero no cabe duda de que pasar el día en Great Blasket es una idea genial para hacer senderismo y avistar una cantidad inmensurable de fauna salvaje.
Islas ocultas y menos conocidas
Para los más aventureros, estas son algunas de las recomendaciones menos conocidas entre los turistas.
Isla de Innisfree
Deja de mirar al mar, porque no la vas a encontrar. La Isla de Innisfree se encuentra en el lago Lough Gill, en el condado de Sligo. La diminuta isla es conocida por haber servido de inspiración a uno de los poetas más famosos de Irlanda, William Butler Yeats. En su poema “The Lake Isle of Innisfree”, Yeats escribió sobre su amor por esta isla y su deseo de vivir allí.
Es posible llegar hasta esta deshabitada isla a través de un bonito puente. O también puedes optar por una excursión en barco con un guía que explicará desde el agua la historia de esta isla. Las visitas salen desde Parke’s Castle.
Isla Sherkin
La isla de Sherkin (también conocida por su nombre irlandés Inis Arcain) se encuentra en la bahía de Roaringwater, en el condado de Cork. Esta tranquila isla al suroeste de Irlanda ha evolucionado en una próspera colonia que acoge a artistas de diversas disciplinas, atrayendo así a numerosos viajeros en busca de auténtica artesanía local y experiencias que rebosen arte.
La mejor forma de ver la isla es a pie. La isla estuvo habitada por una comunidad franciscana durante el siglo XV, de ahí que uno de los principales destinos es la Abadía, cerca del embarcadero, que data de 1460.
Para explorar las zonas menos pobladas, alquila una bicicleta durante los meses de verano y dirígete a la playa de Silver Strand. Se puede llegar a la isla de Sherkin en unos 10 minutos en ferry desde el puerto pesquero de Baltimore, en el suroeste de Cork.
Isla Arranmore
La Isla Arranmore es la isla habitada más grande de Donegal, en el noroeste de Irlanda. La isla es bien conocida por sus impresionantes paisajes costeros y su rica historia. Las Las cristalinas aguas del Atlántico que la rodean la convierten en un lugar ideal para pescar y bucear, lo que atrae a cientos de pescadores cada año. Y si no te va la pesca marítima, Arranmore también tiene un lago para pescar en agua dulce.
La isla está situada en un Gaeltacht (zona de habla irlandesa) y de las 511 personas que vivían en Arranmore en 2011, más de la mitad eran hablantes nativos de irlandés. Durante el verano, los estudiantes acuden en masa a la isla para asistir a cursos intensivos de lengua irlandesa. Arranmore es más popular de junio a agosto, pero el ferry desde el puerto de Burtonport funciona todo el año. El viaje es corto, pero pintoresco, y pasa por varias islas irlandesas más pequeñas y deshabitadas antes de llegar a Arranmore.
Inishturk
Inishturk es una pequeña isla situada en la costa oeste de Irlanda, en el condado de Mayo. Los primeros pobladores llegaron probablemente a esta isla atlántica en el 4.000 a.C. y se han descubierto varios yacimientos de chozas colmena que datan del 1.500 a.C. La isla cuenta con hermosos paseos por los acantilados y un único centro comunitario que hace las veces de pub y biblioteca.
También se cree que Inishturk tiene la escuela primaria más pequeña de Irlanda, donde sólo se matricularon tres alumnos en 2016. Un ferry diario sale del muelle de Roonagh, y es posible alquilar barcos privados para expediciones de pesca si deseas pasar más tiempo en el agua.
Islas de fácil acceso
Para viajes en familia, lo mejor es encontrar una isla que tenga un acceso más sencillo y ofrezca más actividades para hacer. Estas son nuestras sugerencias.
Coney Island
Ni atracciones de carnaval ni puestos de perritos calientes, si estabas buscando eso creo que te has equivocado de “Coney Island”. La tranquila isla irlandesa (que nada tiene que ver con la neoyorquina) se ubica en el condado de Sligo.
No obstante, esta pequeña isla sigue siendo un destino popular entre turistas y locales por igual. La isla es fácilmente accesible en coche cuando la marea está baja y la carretera de 5 km. de Cummeen Strand está al descubierto. Sin embargo, cuando sube la marea tendrás que pagar un taxi acuático desde el embarcadero de Rosses Point para hacer la travesía.
La leyenda local dice que un capitán de barco que solía navegar entre Sligo y América bautizó la Coney Island de Nueva York con el nombre de su isla natal porque ambas estaban repletas de conejos salvajes.
Todavía quedan muchos espacios abiertos en Coney Island, perfectos para hacer un picnic, o puedes parar a tomar una pinta de Guinness en el pub de McGowans, el único de la isla, antes de emprender el camino de vuelta a Sligo antes de que suba la marea.
Isla Garnish (o Ilnacullin)
Situada en el puerto de Glengarriff, en la bahía de Bantry, en el condado de Cork, Garnish es una pequeña isla protegida que en su día fue propiedad privada. Conocida a veces con el nombre de Ilnacullin, la isla de Garnish es famosa por sus hermosos jardines paisajísticos.
La isla fue en su día propiedad de John Annan Bryce, parlamentario de Belfast. Tras comprar Garnish en 1910, el político británico trabajó con el diseñador de jardines, Harold Peto, para crear cuidados jardines en la paradisíaca isla irlandesa. El hijo de Bryce donó la cuidada isla al pueblo irlandés en 1953.
Puedes explorar los extensos jardines botánicos de Ilnacullin cogiendo el ferry que sale hacia la isla de Garnish desde el puerto de Glengarriff de marzo a octubre.
Isla de Achill
La Isla de Achill es la isla más grande de la costa de Irlanda y es fácilmente accesible en coche, ya que está unida al continente por el puente Michael Davitt. El puente conecta los pueblos de Achill Sound y Polranny, en el condado de Mayo.
La isla de Achill está habitada desde el Neolítico (4.000 a.C. aprox.) y aún tiene una población de unas 2.500 personas. Una de las atracciones más populares de la isla es el castillo de Carrickkildavnet, una casa torre fortificada del siglo XV que fue propiedad de la poderosa familia O’Malley.
Además de pueblos y ruinas, la isla es conocida por su escarpada belleza natural y tiene cinco playas con Bandera Azul. Los acantilados de Croaghaun, en el lado occidental de la isla, son de los más altos de Europa, y el monte Slievemore ofrece unas vistas panorámicas hacia el mar preciosas.
Isla de Rathlin
La isla de Rathlin es la única habitada de Irlanda del Norte y resulta ser también la que se encuentra más al norte. La isla, con forma de L, tiene sólo 9.7 kilómetros de largo y 1.6 kilómetros de ancho, espacio más que suficiente para los 75 residentes que llaman a Rathlin su hogar.
Desde Ballycastle, en el condado de Antrim, sale un ferry de pasajeros que apenas tarda 25 minutos en atravesar el estrecho de Moyle para explorar la isla. Rathlin es un lugar popular para las aves marinas y uno de los mejores lugares de Irlanda para ver colonias de frailecillos entre abril y julio.
Isla de Clare
Situada frente a la costa del condado de Mayo, en la bahía de Clew, la isla de Clare es el lugar de nacimiento de Grace O’Malley, la famosa reina pirata de Irlanda. Cuando no estaba atacando barcos en el mar, Grace vivía en el Castillo de Granuaile, una casa-torre fortificada que puede visitarse hoy en día.
El temible clan O’Malley gobernó la zona en la Edad Media y fundó una abadía en la isla, donde también se encuentra la tumba de su familia.
La otra atracción principal de la isla de Clare, que tiene una pequeña población a tiempo completo, es el histórico faro que se ha convertido en un B&B. Los ferrys salen del muelle de Roonagh, cerca de la ciudad de Louisburgh, en la bahía de Clew.
Estas son solo algunas de las islas que puedes visitar en Irlanda. Cada una ofrece su propia experiencia única y es un destino perfecto para escapar de la ciudad y disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad. ¿Te animas a visitarlas?